¡Sígueme! Yo te
diré la verdad
“The Master” es una historia
sobre el extravío emocional, aquel que termina por alinear a las personas en
torno a comportamientos violentos y compulsivos. Aquí tenemos a un veterano de
la Segunda Guerra Mundial que coexiste con traumas e impulsos sexuales autoflagelantes.
Joaquín Phoenix interpreta a Freddie Quell, un hombre sin rumbo y sin
ambiciones, y el candidato idóneo de aquellas doctrinas pseudo espirituales que
se amparan en la culpa y el fanatismo sin propósito. Es en este destierro
social en donde Quell conoce a Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman) y “La
Causa”, movimiento que tiene bastantes semejanzas con la Cienciología y su
creador, L. Ron Hubbard.
Paul Thomas Anderson, quien a partir de “Petróleo Sangriento” comenzó a
profundizar en un cine más contemplativo, enfrenta al espectador ante sus
propias debilidades sociales y, en particular, las espirituales. A través de “The
Master” el director de “Magnolia” se mofa del vacío y la falta de sustento de filosofías
religiosas que pregonan alternativas conductuales relacionadas al éxito y la
estabilidad emocional. Lo cierto es que con “The Master”, Anderson muestra a la
desorientada sociedad norteamericana de principio de la década del 50`. En esta
se puede apreciar el surgimiento de libre pensadores que son capaces de convocar
a un séquito de familias apabulladas por la ignorancia y por la búsqueda de un
sentido de vida en medio del mayor periodo de apogeo de la clase media
estadounidense.
En “The Master” Lancaster Dodd es la figura paternal que oculta la carencia
de argumentos de su nueva y redentora filosofía. Lo hace por medio de ejercicios
psicoanalíticos que despiertan la admiración del público, si bien sólo son
trucos baratos y contradictorios, aspecto que se puede observar durante el lanzamiento
del segundo libro de La Causa, cuyos principios son endebles y en ocasiones
absurdos. Lo interesante es que el filme va más allá al mostrar la violencia
inherente que acompaña a estos cultos. Lancaster Dodd es un embaucador y un torturador
psicológico que necesita del marketing para convertirse en un sugestionador de
masas, de millonarios incautos y de ciudadanos que son incapaces de encontrar
una orientación satisfactoria a sus vidas.
Joaquín Phoenix interpreta a un sujeto indomable y fanatizado. Dood define
a Freddie Quell como un animal difícil de domesticar. A pesar de ello, lo transforma
en el sirviente ideal de una filosofía enceguecida por la ignorancia y estados
anímicos efímeros. La cámara de Anderson no descansa en la denuncia
convencional. Al contrario, privilegia el registro de momentos en los cuales “La
Causa” se desinfla sola, pero también advierte sobre sus posibilidades de evolución
gracias a financistas y poderosos que necesitan legitimar sus propias
decisiones.
“The Master” muestra importantes trabajos actorales de Philip
Seymour Hoffman, Amy Adams y, en
especial, de Joaquín Phoenix, cuya interpretación demuestra brutalidad y
fragilidad en igual proporción. Esta es una película que no sólo cuestiona
creencias tales como la Cienciología, la que se ha adentrado con bastante
peligrosidad en Chile, sino también a otros autodenominados pensadores y
místicos (Osho y Deepak Chopra), que han abultado sus billeteras con millones
de dólares gracias a seguidores en todo el mundo. “The Master” se ambienta en
los 50`, pero también engloba una historia bastante contemporánea al mostrar la
mecánica detrás del surgimiento de cultos, ideologías, místicos y movimientos que
a veces exigen ser cuestionados.
Título original: The Master / Director: Paul
Thomas Anderson / Intérpretes: Joaquín
Phoenix, Philip
Seymour Hoffman, Amy Adams,
Kevin J. O'Connor y Laura
Dern / Año: 2012.
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