Monday, October 13, 2008

David Cronenberg: uno de los últimos cineastas visionarios

Cronenberg no es un autor fácil de entender. Su cine esconde muchos parámetros, simbologías y temas que son una constante en su filmografía. La sexualidad, la biomedicina, la genética, la realidad virtual y la violencia son algunos ejes narrativos que se pueden encontrar en sus historias, las que suceden, por lo general, en espacios minimalistas, fríos y distantes. Las películas del canadiense se centran en la naturaleza pérfida del hombre envuelta en un trágico destino, aspecto muy bien retratado por el compositor Howard Shore, uno de sus más cercanos colaboradores, quien con sus partituras en las películas de Cronenberg suele transmitir desazón y fatalidad.
Una de las primeras películas que más me impactaron de Cronenberg fue “The Brood”, en la cual la ira es el sentimiento catalizador capaz de crear seres violentos y monstruosos. Es una cinta poco conocida en Chile, pero debo decir que aterroriza desde su planteamiento. Esto demuestra que todas las cintas del director de “La Zona Muerta” inquietan desde su propio origen narrativo. Por ejemplo, en “Videodrome” tenemos el control y manipulación de los medios, en “La Mosca” prevalece la invención contra el creador y en “Una Historia Violenta” la domesticación de los instintos resulta ser una mera omisión pasajera.
En “Dead Ringers” también el argumento oprime todos los demás elementos. Dos hermanos gemelos tienen la misma profesión, trabajan juntos, pero también su sexualidad es compartida. Uno es la sombra y otro es la luz hasta que uno de ellos desea su propia individualidad. Dicha búsqueda de identidad es la que los conduce a la pérdida de su simbiosis, la que es imposible de recuperar porque el equilibrio entre ambos ya fue vulnerado. “Dead Ringers” me dejó atónito, no sólo por la capacidad interpretativa de Jeremy Irons, sino también por su melancolía y lirismo.
Es increíble presenciar la evolución de Cronenberg como director, cuya obra nos habla de temas tabúes (la excitación sexual por medio de accidentes de tránsito en “Crash”) que son obviados o simplemente ignorados en el cine actual. Es un gran cineasta dispuesto a llevar al espectador al filo de sus sentidos y que ha demostrado una madurez en su filmografía que hasta el día de hoy continúa entregándonos gratas sorpresas. Por eso, cuesta entender a aquellos críticos, en especial algunos nacionales, que han señalado que en “Una Historia Violenta” y en “Promesas del Oeste”, Cronenberg ha olvidado parte de sus raíces.
Aquellos críticos están absolutamente equivocados porque cometen el error de meter a Cronenberg en un molde prístino y sin bases sólidas. Las últimas cintas del cineasta canadiense contienen toda la dimensión que ha sido plasmada en sus primeras cintas. La única diferencia es que Cronenberg ha sabido plantear sus preocupaciones en nuevas formas de expresión visual. Aquella búsqueda es parte del derecho que tiene todo director. Lamentablemente algunos críticos no comprenden estos saltos filmográficos. Le pasó a Hitchcock cuando estrenó “Vértigo”, a Kubrick con “2001 Odisea en el Espacio” y también a Orson Welles con “Sed de Mal”. Dichas cintas fueron incomprendidas en su momento y a veces se les trató a estos directores como autores que habían traicionado sus propios principios y obra. Por suerte, el tiempo sanó este garrafal error. En esos casos, el problema fue que el crítico de cine pecó al no haber abierto su mente para comprender que los cineastas muchas veces se adelantan a los convencionalismos de su tiempo. En ese sentido, Cronenberg es, sin duda, un gran director visionario.

1 comment:

Unknown said...

no mencionas almuerzo al desnudo y me parece que no es un buen logro del director. mas alla de lo poco que rescata de la magnifica obra literaria, se empecina por confundir al espectador.