Hermanos de sangre

The Savages es una cinta sobre la vejez y las responsabilidades familiares. También es un acercamiento entre hermanos unidos por la intelectualidad, pero distanciados en los afectos. Este filme, dirigido por Tamara Jenkins y protagonizado por dos de los actores más sólidos del cine indie estadounidense, Laura Linney y Philip Seymor Hoffman, nunca llegó a las salas capitalinas. No siquiera está disponible en videoclubes, pero en las tiendas especializadas en dvd se puede adquirir. Mi buena fortuna me permitió ver esta película en Buenos Aires, en donde las salas de cine todavía se arriesgan por exhibir buenos productos. La otra ventaja fue que la vi con mi viejo, quien disfrutó mucho de la acidez y humor negro de una cinta que se la juega por mostrar temas que prácticamente están vetados en el cine contemporáneo: la vejez y las dolorosas decisiones que se forman en torno a ella.
Lo cierto es que “The Savages”, por debajo de su gélido encanto y diálogos punzantes, se centra en la tercera etapa del hombre, pero con especial cuidado en su negación y olvido. La ancianidad es un tema incómodo del cual no se quiere hablar y que apenas series animadas como Los Simpson ponen en vitrina.
En “The Savages” se habla del dolor, de la indiferencia y de la demencia. Dos hermanos cínicos, egoístas y competitivos entre ellos se ven forzados a juntarse, luego que al papá de ambos se le detectara demencia. La historia invita a un road movie interno, cuyo aspecto más llamativo es la transformación de los hermanos, quienes gracias a sus excentricidades tienen más cosas en común de las que creen. Ambos son solitarios y buscan en el padre enfermo al guía y la palabra de aliento que nunca tuvieron.
Tamara Jenkins no sólo sitúa la cámara en y entre los dos hermanos, sino que también se la juega por el padre (un notable Philip Bosco, quien deja de lado los roles de comedia que lo hicieron famoso en los años ochenta). Al ver la reacción de mi papá me di cuenta de lo cercana y trágica que es “The Savages”, en donde ni siquiera el eterno y juvenil sol del desierto puede borrar las sombras y la decrepitud que es parte de la tercera edad. Jenkins retrata casi con ojo clínico la realidad de los hogares de ancianos, en donde los juegos y dinámicas grupales sólo tienen como propósito amortiguar la amarga experiencia física y mental de la longevidad. Son en estos espacios en los que los hermanos Savages se encuentran a sí mismos y en donde la película registra sus mejores momentos.
“The Savages” no se ampara en la lágrima fácil. Al contrario, retrata temas reales que impactan justamente por su veracidad, haciendo que el nudo en la garganta sea más intenso y duradero. No es fórmula, sino un testimonio de las responsabilidades y destino que silenciosamente se encuentran a la vuelta de la esquina y que olvidamos, por diversas razones, que están ahí para ponernos a prueba.
Título: “The Savages” / Director: Tamara Jenkins / Intérpretes: Laura Linney, Philip Seymour Hoffmann, Philip Bosco / Año: 2007.