Monday, March 26, 2007

Niños del Hombre

Alfonso Cuarón es un director adolescente, ya que sus cintas, por lo general, tienen una visión ingenua y poco profunda. El director de “La Princesita” es un valor latinoamericano indiscutido que ha logrado abrirse paso en hollywood, lo que es digno de admiración y respeto, pero si nos ponemos a analizar su trabajo encontraremos más faltas que promesas. “Niños del Hombre” contiene una premisa argumental atractiva: proteger a una mujer embarazada después de 18 años en que ningún niño ha nacido en el mundo. Cuarón se esfuerza por mostrar cómo esta tragedia le ha quitado la esperanza a la humanidad, dejándola presa de la anarquía y el colapso gubernamental de casi todas las naciones. La espectacular fotografía del mexicano Emmanuel Lubezki (“La Leyenda del Jinete sin Cabeza”, "El Nuevo Mundo"), muestra a un Londres moralmente derruido que colinda con la tecnología, el caos y las vejaciones que sufren cientos de emigrantes. Sin embargo, Cuarón no consigue mayor empatía con la historia. Se esfuerza, pero cae en lo preciosista, aspecto que antes repitió en “Grandes esperanzas” y en “Y Tu Mamá También”.
En “Niños del Hombre” hay muchos cabos sueltos. Clive Owen, quien interpreta a Theo Faron, nos recuerda con su impermeable al detective Deckard que inmortalizó Harrison Ford en “Blade Runner”, pero apenas se acerca a su complejidad y peso dramático. También el papel de Juliane Moore es casi irrelevante, dejando claro que su nombre se incluyo más que nada para comercializar el filme y Michael Caine cumple, si bien repite un papel ofrecido sólo a otros actores oscarizados de más de setenta años. Se podría decir que la cinta comienza bien. Promete en los primeros 15 minutos, pero después se desinfla y termina convirtiéndose en una cinta del, a estas alturas, género de escape. Casi al final sobresale un plano secuencia en donde Theo escapa de balaceras y cañonazos. No obstante, Caurón arruina esta excelente escena con un cliché que el espectador ha visto innumerables veces y que no vale la pena mencionar (para aquellos que no han visto el filme).
Siendo Cuarón un extranjero el tema de los inmigrantes no podía quedar afuera de su filme. El futuro se ve sombrío y los inmigrantes son tratados como ratas. Varias imágenes evocan situaciones que hoy se viven en México y en el continente europeo. La cámara del director de “Harry Potter y El prisionero de Azkaban” muestra el pastiche cultural del mundo del mañana, donde apenas quedan vestigios de humanidad. Lo lamentable está en que no hay puntos de vista, ya que Cuarón no se la juega por alguien o por algún bando. En THX1138 (1971), de George Lucas, o en Fahrenheit 451 (1966), de Francois Truffaut, tampoco se hablaba mucho, pero la imagen comunicaba por si sola. En cambio, en “Niños del Hombre” no sucede ninguna de las dos situaciones.
El western es un género casi en vías de extinción y la ciencia ficción cada día se acerca más a esta realidad. Ya no estamos en la década del 50` cuando se hacían cientos de cintas en torno a este género impulsadas por la conquista de la luna. Siempre la ciencia ficción se ha caracterizado por su difícil venta y promoción, siendo Spielberg uno de los pocos cineastas contemporáneos que la han hecho, hasta cierto punto, lucrativa.
“Niños del Hombre” pudo haber sido una gran película, pero terminó siendo un montón de cosas. Cuarón quiso abarcar mucho y no le resultó. Pocos directores han realizado dicho objetivo con éxito. El último de ellos fue Terry Gillian con “Brazil”, en 1985. Desde entonces y en desmedro de la audiencia, la ciencia ficción no ha vuelto a ser la misma. Quizá los próximos viajes a Marte, planificados por la Nasa, le devuelvan la fe a nuestros cineastas hacia este entrañable género que ha despertado la imaginación de miles de espectadores.
Título original: “Children of Men” / Director: Alfonso Cuarón / Año: 2006 / Intérpretes: Clive Owen, Julianne Moore, Michael Caine, Claire-Hope Ashitey y Chiwetel Ejiofor.

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