Sunday, March 27, 2011

De repente…Elizabeth Taylor

Cuando supe que Elizabeth Taylor había fallecido pensé en todas aquellas leyendas del cine que han pasado a mejor vida. Que triste darse cuenta de que todos aquellos talentos del celuloide, precisamente del viejo Hollywood, se han ido o bien están muy cerca de tener que enfrentar dicho final irremediable. Con el fallecimiento de Taylor se apaga la llama de una de las últimas leyendas del cine clásico estadounidense, si bien su recuerdo permanecerá a través de un abultado legado cinematográfico que incluye la elogiada “La Gata sobre el Tejado de Zinc Caliente”, la perturbable “¿Quién le Teme a Virginia Woolf?” y la extravagante “Cleopatra”, entre muchas otras películas fundacionales del cine del siglo XX.

Para recordar a la actriz de los sublimes ojos violeta me quiero detener en la filosa “De Repente El Verano” (Suddenly, Last Summer), uno de los mejores filmes basados en una obra de Tennessee Williams (“Un Tranvía Llamado Deseo”, “La Noche de la Iguana”). En esta película, dirigida por Joseph L. Mankiewicz, Taylor encarna a una perturbada mujer que fue testigo de la extraña muerte de su primo. Temáticas tales como la homosexualidad, el canibalismo, la hipocresía de la aristocracia, la locura y la sexualidad reprimida son los principales elementos de un filme provocador y que se sustenta principalmente en la interacción de su trío protagónico (Taylor, Montgomery Clift y Katharine Hepburn).

Los personajes de las obras de Williams se mueven generalmente en el terreno de la locura. Son hombres y mujeres que viven prisioneros de sus convencionalismos y apetitos, casi siempre sexuales, y que además se avergüenzan de aquellas conductas ajenas a su condición social o creencia religiosa. En esta oportunidad, la heroína de Williams está en manos de Catherine Holly (Elizabeth Taylor), cuyo trauma deja entrever cierta relación incestuosa entre su tía Violet Venable (Hepburn), y su difunto hijo Sebastian. La única persona capacitada para escudriñar en la verdad detrás del trauma de Catherine es el Dr. Cukrowicz (Clift), un médico especialista en la realización de lobotomías.

Lo interesante del relato es que éste coloca a la medicina y a determinados procedimientos clínicos como el gran silenciador de psicopatías que son totalmente explicables, pero que para la moral de fines de los 50´ eran sinónimo de tabúes o bien de simples enfermedades que debían ser ignoradas por la alta sociedad norteamericana, en este caso la de una pudiente familia de Nueva Orleans. Pero “De Repente El Verano” también pone atención en el tema de la muerte. El gótico jardín de la casa de los Venable´s no es más que el simbolismo de los secretos que esconde la familia y también evoca lo exótico del lugar en donde pereció Sebastian. A ello se suma la estatua del Ángel de la Muerte, la que personifica al custodio de las excentricidades de la familia Venable y de sus comportamientos distantes de la realidad.

La compleja perturbación de Catherine traspasa la pantalla gracias al talento y precisión de Elizabeth Taylor. Cuando protagonizó este papel apenas tenía 28 años, pero ya era una mujer que había enfrentado varios matrimonios (incluido el prematuro accidente fatal de su tercer marido, el productor Mike Todd). A lo anterior se suma la fragilidad de la actriz, quien también era consciente de su iconográfica belleza y de los tormentos personales de muchas de sus amistades, las que tenían más de alguna semejanza con la película del mismo director de “La Malvada”.

Para quienes deseen interiorizarse en el legado de Elizabeth Taylor ver y analizar “De Repente El Verano” puede convertirse en un recomendable primer acercamiento a una de las últimas leyendas del cine (sólo comparable al estatus de James Dean, Paul Newman y Marilyn Monroe). Sin duda, Elizabeth Taylor fue una actriz que no titubeó al tomar riesgos artísticos, los que siempre encaró con elegancia y estilo, y en ese sentido “De Repente El Verano” es uno de los puntos más altos de su carrera. Me dio mucha tristeza enterarme que aquellos ojos violetas se iban para siempre, pero al verlos nuevamente en la pantalla los sentí tan vivos e intensos como antes. Si miran con atención el cielo en la noche verán el brillo de una nueva estrella. Es Liz, quien nos recuerda su gran humanidad, su increíble belleza, pero por sobre todas las cosas, su inmortal talento. “De Repente El Verano” es un pequeño testimonio de aquellas grandes características.

Título: “De Repente El Verano” (Suddenly, Last Summer) / Director: Joseph L. Mankiewicz / Intérpretes: Elizabeth Taylor, Montgomery Clift, Katharine Hepburn / Año: 1959.

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